Me ha parecido un libro maravilloso. Madurar significa renunciar a la luz fascinante de la vida caprichosa de un adolescente y darse cuenta que lo poco que te aporta.Puedes continuar por el camino que te erigirá como triunfador a los ojos de los demás en este mundo de principios patriarcales y consumistas, o puedes darte cuenta de lo bonito que sería el mundo, y lo feliz que puedes ser tú, si asumes tu responsabilidad y eres constructivo (y no sólo usuario de lo que los demás construyen). Pero claro, la madurez no brilla a los ojos de los demás.Puedes aceptar el rol que la sociedad te impone caprichosamente y no sentir siempre que "haces lo que debes" y llegar lejos, o puedes conocerte y aceptarte a tí mismo, madurar y hacer "lo que es justo". Pero claro, los que no hayan llegado a este punto no sabrán a qué juegas y te excluirán, y el único a sentirse mal por ello serás tú.Me ha gustado mucho el formato con el que se presenta el libro (en forma de carta a la recién nacida). También que se trate el tema de la maternidad y el embarazo de forma sincera. He disfrutado mucho de este libro.
La novela esta bien escrita. No es de los temas que mas me interesen, pero un premio Planeta siempre tiene gancho y por eso la leí.Tengo que admitir que tengo una cierta animaversión personal con esta escritora, porque varias veces que la he visto en alguna televisión alardea de progre y cosas similares y a mi esas cosas no me gustan porque dejan un tanto viciada la labor del individuo, pero en fin es una manera de ir por la vida como si cada uno tuviéramos que irnos justificandonos delante de todo el mundo.La historia no está mal pero sin sorpresas, lo que le quita cierta emoción al libro.
