El ritmo de esta historia es atrapante, uno puede vivir desde los tres puntos de vista de los personajes lo que sucede desde el comienzo, en una ubicación tan alejada como es una pequeña ciudad al sur de Argentina llamada Bariloche, hasta la mismísima Alemania en pleno auge del gobierno de Hitler. Somos testigos de cómo el mundo entero sufrió la influencia ideológica del nazismo, desde sus comienzos en pequeñas organizaciones que se encargaron de esparcir el resentimiento sin sentido y aprovechándose de aquellos en situación de necesidad. También nos encontramos con un triángulo amoroso bastante peculiar, y confieso que es difícil no adorar a Alberto como pretendiente para Edith, pero algo en mi retorcida cabecita todavía se entusiasmaba con ciertas escenas de Rolf y ella. Luego en un momento del libro todo se pone de cabeza y uno debe sostenerse de algo para no caerse. A partir de entonces la trama es como una montaña rusa. El vínculo entre ellos es una cicatriz que no parece cerrarse, y cuando lo que uno desea va en total oposición a las ideas que se ha grabado a fuego, el resultado puede ser terrible.Amé este libro, me tuvo comiéndome las uñas hasta el final. Amé y odié a Rolf al mismo tiempo, a Alberto lo amé todo el tiempo y a Edith quería matarla yo misma, pero los tres personajes están muy bien construidos. Los tres tienen un magnetismo muy marcado y no pierden protagonismo en ningún momento para mi gusto. Eso me encantó. El final me marcó mucho, tanto que quedé obsesionada con los libros sobre esa temática en particular.¿Lo recomiendo?: Por supuesto, es de mis libros favoritos y lo he releído varias veces. A todo aquél que le interese la temática del período nazi y que disfrute de historias algo retorcidas yo creo que le va a gustar.