Como en el resto de los materiales que he leído hasta el momento dentro de la serie protagonizada por el teniente Mario Conde, la gran protagonista es La Habana. La ciudad que, desde los ojos enamorados de Padura —o quizá nostálgicos—, no se deteriora. O se deteriora poco a poco. O lucha por no deteriorarse, a pesar de que las imágenes que cualquiera puede encontrar en internet son más que elocuentes. La Habana es el espacio en el que se desarrolla el nuevo caso que investiga Mario Conde, una cosa más bien sosa y que se resuelve de forma lineal, en un crescendo anodino que no depara ningún tipo de sorpresa —como siempre, si usted desea leer la novela, deje de revisar esta reseña ahora—: el sospechoso 1 da pistas para ir con el sospechoso 2, que a su vez da el nombre del sospechoso 3... así hasta encontrar al culpable. Nada de otro mundo en cuanto a novela negra se refiere.Sin embargo, le he dado cuatro estrellas al texto. ¿Por qué razón? Porque lo menos interesante del mismo es el caso, la resolución de un crimen, el lado policiaco que, por cierto, se pone mucho más inetersante al final, cuando se sabe quién es el asesino y de qué modo un solo crimen tiene repercusiones de tipo económico, político, diplomático y demás. Cómo un crimen saca a flote la corrupción que impera en la isla. Eso es lo más jugoso de la parte que constituiría el lado «negro» de la novela y, a pesar de todo, no aparece sino en un párrafo. Dos, a lo sumo. ¿Entonces? ¿Por qué cuatro estrellas? Porque lo mejor de la novela es el desarrollo de los personajes, el modo en el que Mario Conde se muestra como un sujeto de carne, hueso y sentimientos, no solo como un policía. Por la forma en la que Padura lo toma, lo zarandea, lo estruja, lo hace sufrir, gozar, deleitarse con una mujer, sufrir a causa de esa misma mujer, terminar borracho perdido —en una de las mejores escenas de embriaguez que me ha tocado leer—, platicar con el Flaco Carlos, ir al beisbol. A él y a todos los que lo rodean. De eso va esta novela: de una ciudad como La Habana en la que un sujeto siente y sufre y, al mismo tiempo, como es policía, debe resolver un caso. No parece gran cosa, pero créame que lo es. Es un gran texto con mucho equilibrio: sin la parte romántica, quedaría como una novela policiaca buena a secas; sin el lado emotivo, sería un texto más ligado al Marlowe de Chandler; sin lo policiaco, podría incluso pasar como una novela interesante. No obstante, en conjunto se tiene un texto redondo, con muchas posibilidades de lectura, ameno, muy ágil. Altamente redomendable.
Do You like book Havana Gold (2008)?
From BBC Radio 4 - Saturday Drama:Lieutenant Conde goes on a trip through his childhood Havana haunts when a young female schoolteacher at his old school is murdered. And could it be that Conde has finally met the woman of his dreams? Dramatisation of the second novel in the Havana Quartet series.directed by Mary PeateLeonardo Padura's series, published in English as the Havana Quartet, is set over the course of 1989.Leonardo Padura is a novelist and journalist who was born in 1955 in Havana where he still lives. He has published a number of short-story collections and literary essays but he is best known internationally for the Havana Quartet series, all featuring Inspector Mario Conde.In 1998, Padura won the Hammett Prize from the International Association of Crime Writers and in; 2012, he was awarded the National Prize for Literature, Cuba's national literary award.
—Laura